El papel del gas en la seguridad energética de España
Antoni Llardén, presidente de Enagás, la principal empresa de transporte y almacenamiento de gas en España, destaca la importancia del gas como fuente de energía y su contribución a la seguridad de suministro en el país.
El gas: un pilar clave para la seguridad energética
En palabras de Llardén, «el gas le ha dado a España una seguridad de suministro que otros países no han tenido». El gas natural desempeña un papel fundamental en la diversificación de fuentes energéticas, lo que garantiza el abastecimiento en situaciones de crisis o interrupciones en otras fuentes de energía.
Además, el gas es una fuente de energía más limpia en comparación con los combustibles fósiles tradicionales, lo que contribuye a una menor emisión de gases contaminantes y a la lucha contra el cambio climático.
Beneficios económicos y sociales del gas
No solo se trata de una cuestión de seguridad energética, sino que el gas también aporta beneficios económicos y sociales a España. La abundancia del gas y su transporte eficiente a través de la red de Enagás garantizan precios estables y competitivos para los consumidores.
Además, la utilización del gas natural en sectores como la industria, el transporte y la generación de electricidad crea empleo y impulsa el desarrollo económico en el país.
Un compromiso con la transición energética
Frente a los retos del cambio climático, el sector del gas se encuentra en constante evolución para adaptarse a la transición energética y reducir su impacto ambiental. Enagás y otras empresas del sector están invirtiendo en proyectos de gas renovable, como el biogás y el hidrógeno, que ofrecen una alternativa sostenible y de bajo carbono.
La apuesta por la descarbonización y la integración de las energías renovables en el sistema gasista garantizarán un suministro de energía limpio y sostenible, permitiendo a España mantener su seguridad energética a largo plazo.
En conclusión, el testimonio de Antoni Llardén pone de manifiesto el importante rol que el gas desempeña en la seguridad energética de España, aportando estabilidad en el suministro, beneficios económicos y sociales, y un compromiso con la transición hacia una energía más limpia y sostenible.