La pandemia económica: un antes y un después
La crisis económica que acompañó a la pandemia ha dejado paso a una nueva realidad: la inflación ha llegado para quedarse, lo que ha supuesto un gran desafío para una generación que no había experimentado su impacto. Incluso el Gobierno de los Estados Unidos se ha visto obligado a intervenir en algunos bancos para proteger los depósitos de los ciudadanos.
Un nuevo escenario para los mercados financieros
Los mercados financieros han experimentado una revalorización significativa, pero es posible que no sea suficiente para recuperar las pérdidas anteriores, tanto en la renta variable como en la renta fija. El aumento del precio del dinero ha llevado a un incremento de los intereses bancarios y de las hipotecas.
Desde que los bancos centrales se vieron obligados a subir agresivamente los tipos de interés para frenar la inflación, han cambiado muchas cosas. Los ahorradores domésticos vuelven a tener la oportunidad de rentabilizar su dinero a través de depósitos, letras del tesoro, fondos de inversión especializados en renta fija y seguros de ahorro.
Un cambio de perspectiva para los ahorradores
Todas estas opciones eran impensables en un pasado reciente, cuando los estados emitían deuda a tipos negativos. Ahora, los ahorradores se benefician de esta situación, ya que el Estado tiene que pagar por su deuda y los intereses de los activos conservadores han aumentado.
La Reserva Federal y el Banco Central Europeo han incrementado el precio del dinero, pero el mercado debate si los intereses seguirán subiendo o si están a punto de estabilizarse. Esta incertidumbre ha reducido el precio de los bonos.
El futuro de los mercados financieros
¿Qué esperar en los próximos meses? Los expertos no se ponen de acuerdo, ya que dependerá de la evolución de la inflación. Sin embargo, la mayoría opina que se mantendrá una estabilidad de tipos, con pequeñas variaciones en los próximos años. La inflación será el factor determinante.
En este contexto, los fondos de inversión en renta fija son los productos que están atrayendo más capital. Las letras del tesoro también son una opción interesante, especialmente para los inversores domésticos.
Las entidades financieras están recomendando a sus clientes fondos monetarios y ofreciendo ofertas puntuales en depósitos y cuentas nómina, para aprovechar el ahorro con un riesgo mínimo. Los rendimientos de los depósitos han comenzado a seguir el ritmo de las subidas de los tipos de referencia.
Todo esto tiene sentido si se considera el impacto positivo que las subidas de tipos están teniendo en los activos de renta fija. Por primera vez en años, es posible crear una cartera de fondos de inversión garantizados y activos de renta fija con potencial de superar la inflación.
¿Cómo elegir el mejor producto de inversión?
La elección del mejor activo financiero dependerá de los conocimientos del inversor, su situación fiscal y el asesoramiento que reciba. Es importante buscar información actualizada y utilizar comparadores financieros, como Banqmi, para tomar decisiones informadas.
Las políticas comerciales de las entidades bancarias no siempre están alineadas con los intereses de los clientes. Actualmente, lo más rentable para los ahorradores es invertir directamente en letras del tesoro a través de las cuentas directas del Banco de España. Desde el punto de vista fiscal, es interesante invertir en fondos de inversión, donde no se tributa hasta la venta de las participaciones.
Es importante considerar el riesgo asociado a cada activo y las fluctuaciones de precios que pueden surgir por cambios en los tipos de interés. También es necesario tener en cuenta la liquidez en caso de necesitar liquidar una posición en un momento determinado. Anticiparse a los cambios en el mercado garantizará una mayor rentabilidad.
En cualquier caso, el mercado de deuda sigue siendo atractivo para los ahorradores gracias a los rendimientos actuales. Para los ahorradores más conservadores, la renta fija sigue siendo una apuesta ganadora. Por otro lado, los ahorradores más jóvenes pueden aprovechar el interés compuesto invirtiendo una parte fija de sus ingresos de manera sistemática.