Los cerramientos para cubrir la superficie de una piscina permiten establecer un aislamiento respecto del exterior. Esto supone una ayuda para ahorrar costes en su mantenimiento..

Disponer de una cubierta para la piscina es una inversión que se está extendiendo gracias al desarrollo de nuevos formatos de cerramientos. A la hora de decidirse por instalar este tipo de estructuras se tienen en cuenta habitualmente varios aspectos y uno de ellos es el económico. El estudio de la rentabilidad se puede adaptar a cada caso y los profesionales de este sector pueden informar sobre las diversas opciones, como los encargados de las instalaciones de Cubriland.

Con una visión a largo plazo se puede tener una perspectiva más amplia de la viabilidad de una cubierta. Las piscinas de obra son unos elementos que se aprovechan durante años y, por lo tanto, se puede amortizar una cubierta por el ahorro que comporta desde diferentes puntos de vista.

Aspectos en los que se produce un ahorro

Al permanecer recubiertas durante las épocas en las que no están en uso se evita que caigan elementos sobre la superficie del agua. El viento, la lluvia y el trasiego de personas y mascotas alrededor causan que se depositen elementos como hojas de arboles, tierra, insectos, hierba y todo tipo de residuos que son transportados hasta el agua.

Quien tenga una piscina descubierta conoce la faena que supone realizar las tareas de retirada de estos restos. Y además estos elementos depositados implican un mayor trabajo por parte de los filtros. Al existir la barrera física que es la cubierta se protege de la caída de residuos, con lo que se mejora el mantenimiento de los sistemas de filtrado.

Y, por otra parte, al estar más aislada, se dan menos variaciones de la composición del agua y se reduce el gasto destinado a los tratamientos químicos necesarios para mantener el estado adecuado del líquido elemento. Ya sea en casos de aplicación de cloro o de ozono, se ahorra en estos productos y los sistemas de aplicación se someten a menos trabajo.

Otro beneficio destacado de instalar una cubierta es el mantenimiento de la temperatura. Una piscina se suele utilizar en temporadas de primavera o verano y suele estar en desuso en invierno, cuando bajan los termómetros. Con un cerramiento se consigue mantener la temperatura que el agua tenía durante las horas de sol, al evitar que esté en contacto con el ambiente.

Eso supone por una parte, un ahorro económico en el caso de contar con una infraestructura para calentar el agua, como sucede con las piscina climatizadas. Será necesaria menos energía para mantener la temperatura deseada, y los correspondientes motores de bombeo encargados de movilizar el líquido tendrán menos desgaste.

A las piscinas con temperatura ambiente, seguramente, se les dará un mayor aprovechamiento, ya que resultará más apetecible bañarse en temporadas frias.

El ahorro del agua es significativo

La cubierta evita que salga el vapor de agua producido durante la evaporación, con lo que este elemento se queda en el espacio de la piscina, y a la larga, hace falta menos aportaciones nuevas. Esto, junto a lo explicado anteriormente de que se facilita el proceso de filtrado y su tratamiento, reduce la necesidad de la renovación del agua y el coste que supone, lo cual también es un beneficio medioambiental.

Las diversas opciones de cerramientos se adaptan a los diversos tipos y medidas de piscinas y a las necesidades de los usuarios. Según el formato que se presente puede responder a unos objetivos de presupuesto, con lo que pueden estar disponibles para cubrir las posibilidades de cada caso. Existen cubiertas altas y bajas, fijas y desmontables, así como telescópicas. 

Además hay en el mercado sistemas de apertura tanto manuales como automáticos con un sistema de motores. Un abanico de opciones que se pueden analizar en los catálogos de esta empresa especializada en este tipo de instalaciones.

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