El Gobierno británico planea elevar la edad mínima para comprar tabaco
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, ha anunciado en la conferencia anual del Partido Conservador su intención de aumentar gradualmente la edad mínima para adquirir cigarrillos. La medida, que se implementará año tras año, tiene como objetivo evitar que los niños nacidos a partir de 2009 puedan comprar tabaco en cualquier momento de sus vidas. Aunque ha sido aplaudida por organizaciones de lucha contra el cáncer, también ha enfrentado críticas por parte de los ‘tories’ más liberales y escepticismo por parte de la población.
El ejemplo de Nueva Zelanda
Rishi Sunak planea seguir el ejemplo de Nueva Zelanda, el primer país en implementar una ley similar, y establecer la nueva norma a partir de 2027. El tabaquismo es responsable de una de cada cuatro muertes por cáncer en el Reino Unido, cobrándose la vida de 64.000 personas al año y causando casi un ingreso hospitalario cada minuto. Con esta medida, el primer ministro busca aliviar la enorme presión que el tabaco ejerce sobre el Servicio Nacional de Salud (NHS) y reducir las muertes por cáncer en un 25%.
Un costo para el NHS
Según la organización Action and Smoking for Health, el tabaquismo representa un gasto adicional de 2.400 millones de libras anuales para el NHS. Con la implementación de esta ley, se espera reducir significativamente este gasto y proteger la salud de los ciudadanos británicos, especialmente la de los niños.
Desafíos en el Parlamento
Para poner en práctica esta ley, Rishi Sunak necesita la aprobación del Parlamento. Sin embargo, la libertad de voto anunciada por el primer ministro podría dificultar su aprobación. El sector más liberal de su partido, liderado por la exprimera ministra Liz Truss, ha calificado la medida como «antiliberal y anticonservadora» y ha cuestionado las restricciones a la venta de tabaco para personas de 39 años, mientras se les permite a las de 40.
Opiniones divididas
Según una encuesta realizada por YouGov, cerca de tres de cada cuatro británicos apoyan esta medida, pero algunos tienen reservas sobre su efectividad. Algunos creen que las personas encontrarán otras formas de conseguir tabaco y temen que aumente el mercado negro. A pesar de las dudas, los responsables de los servicios de salud y las organizaciones de lucha contra el cáncer defienden esta medida como un paso hacia la creación de la primera generación sin tabaco.
Prevenir el cáncer
Sarah, madre de un niño de dos años, se muestra escéptica pero valora los esfuerzos para combatir el tabaco. Ella espera que esta medida desincentive el consumo de tabaco y ayude a evitar casos de cáncer de pulmón y muertes prematuras. Michelle Mitchell, directora de Cancer Research UK, ha elogiado al primer ministro por priorizar la salud de los ciudadanos británicos sobre los intereses de la industria tabacalera.
