Rumbo al fin de las subidas de tipos de interés
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha confirmado que las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) pueden haber llegado a su fin. Según el análisis de la información disponible, mantener el nivel actual de tipos a largo plazo sería coherente con alcanzar el objetivo de inflación del 2% a medio plazo.
En su blog, Hernández de Cos destaca que esta también es la visión mayoritaria de analistas y mercados financieros. El gobernador es considerado uno de los consejeros más preocupados por el impacto de las subidas de tipos en la economía, en contraposición a aquellos partidarios de una política monetaria más estricta.
En este sentido, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado que las puertas a nuevas subidas de tipos están abiertas o cerradas según el análisis de la situación actual. Esto implica que si dicho análisis cambia, podría variar también el precio del dinero. El máximo dirigente del Banco de España ha afirmado que no están en el pico de la subida de tipos y ha insistido en las razones para parar.
Razones para parar
Hernández de Cos ha argumentado cuatro razones por las cuales considera que el nivel actual de tipos es suficiente. En primer lugar, destaca que el endurecimiento de la política monetaria está afectando con fuerza a las condiciones del crédito. Además, el crecimiento económico de la eurozona se ha estancado y los indicadores de la inflación subyacente han disminuido en los últimos meses.
Por otro lado, se ha rebajado significativamente las proyecciones de crecimiento económico para la unión monetaria. A pesar de que los salarios van recuperando poder adquisitivo y los márgenes se han desacelerado, se mantienen ancladas las expectativas de inflación a medio plazo.
Estas razones dan confianza en la reducción de la inflación que se espera alcanzar en los próximos años. No obstante, existen factores que podrían afectar a esta previsión, como la presión alcista sobre la energía y los alimentos o posibles incrementos de salarios y márgenes empresariales. Asimismo, una posible debilitamiento de la demanda o una transmisión más intensa de la política monetaria podrían acelerar la caída de la inflación.