La crisis en el Partido Popular ha liquidado el liderazgo de Pablo Casado quién, a pesar de apreciar resistir, ha sacrificado a su mano derecha, Teodoro García Egea. Su núcleo duro se ha desvanecido en cuestión de días y ha puesto en cuestión a los escuderos de Egea, entre ellos, el autor de la estrategia de desgaste y absorción de Ciudadanos, Fran Hervías.
El que fuera el propulsor del salto a la arena nacional de Cs, ostentando la segregaría de Organización entre dos mil catorce y dos mil veinte de la mano de Albert Rivera, fichó por Génova atacando a Inés Arrimadas por actuar como “muleta del sanchismo”. Transformó las pullas en estrategia política, tramando una OPA contra las iniciales que mismo asistió a fortificar.
Apodado como ‘señor Lobo’ en referencia al personaje de Pulp Fiction que «solventa inconvenientes», trabajó en la sombra codo con codo con Egea, y cuando aún proseguía en Cs, tiró de agenda naranja para engrosar las filas populares y urdió un plan para echar al garete la operación murciana de Cs y el Partido Socialista. Una ofensiva que fracasó tras la adquisición de 3 tránsfugas que dejaron al Partido Popular proseguir al frente del gobierno autonómico.
Hervías abandonó las iniciales naranjas cuando ya se daba por fallecida la petición, se implicó en que no fructificase cuando sostenía el carné de Cs y salió victorioso, justificando de este modo su lealtad a Casado, al someter a los naranjas a una caída libre y a una hemorragia incesante de cargos y poder territorial. Egea pudo lucir ante su jefe que Hervías era un buen fichaje, que tenía experiencia por el hecho de que supo de qué forma absorber a líderes de Unión Progreso y Democracia a fin de que Cs cuajase.
Un plan en ‘stand by’
Esto le hizo ganar un puesto en Génova que, por el momento, sostiene. Ejercita como consultor, entre bambalinas y el carpetazo de la operación derribo de Cs aún está por ejecutar. Un plan que está en ‘stand by’ a la espera de que el congreso excepcional corone como nuevo líder nacional al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y que este decida si lo hace o bien lo descarta.
Mas el perfil de Hervías y su angosta vinculación a Egea complican su continuidad en el Partido Popular. En la guerra abierta con la presidente de la Comunidad de la villa de Madrid Isabel Díaz Ayuso, Hervías no tardó en tomar parte por Casado, si bien días después, al comprobar el aislamiento del líder popular, optó por alejarse en público de él y solicitó un congreso excepcional, eso es, la renuncia de Casado.
En la diana de los naranjas por su traición al partido, produjo falta de confianza entre ciertos miembros del Partido Popular, que no tardaron en aplaudir un tweet de la miembro del Congreso de los Diputados de Cs, María Muñoz, en la que contestaba a Hervías: “No admitimos cambios ni devoluciones”.
La capacidad camaleónica de Hervías decantará en una buena parte su porvenir en las filas del Partido Popular, mas Feijóo expresa renuencias sobre sostener a los escuderos de Casado y Egea en sus puestos por sus maniobras errantes hasta el punto de abrir una crisis interna que se los ha llevado por delante.
