«Estaría bien que no enfadaran mucho a [Alberto Núñez] Feijóo, por el hecho de que se han quedado sin aliados aun en el Gobierno. La comisión de investigación por Pegasus se va a hacer si deseamos. Y [Pedro] Sánchez al final comparecerá por el espionaje por el hecho de que hemos querido», informa un portavoz del equipo del nuevo líder del PP sobre la jornada que se ha vivido este martes en el Congreso.
El primordial partido de la oposición podría haber apoyado a Unidas Podemos, ERC, PNV, Junts, PdeCat, CUP, Más País y Compromís a fin de que se creara una comisión de investigación sobre el espionaje con ese programa israelí, mas ha preferido no hacerlo «por sentido de Estado» y por «fidelidad institucional». Conforme Cuca Gamarra, portavoz del conjunto parlamentario de los conservadores, su partido desea percibir primero a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y a la directiva del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, que comparecerán el miércoles y el jueves, respectivamente, en el Congreso de los Miembros del Congreso de los Diputados. Si las explicaciones son satisfactorias, no van a hacer solamente. Si no lo son, demandarán más datos y es posible que asimismo, «en unos días», la comisión de investigación que ahora han descartado. Y si estiman que la acción u omisión del Gobierno es censurable, solicitarán renuncias.
En Génova no agradó el tono utilizado la víspera por la vicesecretaria general del Partido Socialista, Adriana Lastra, que acusó a Feijóo de sembrar «dudas» sobre la demanda del espionaje sufrido por Sánchez y Robles en sus móviles al decir que no se pensaba que de forma casual ese pinchazo se conociese ahora, en plena polémica por el Catalangate. «Hoy, el señor Feijóo debería haber protegido nuestra democracia y ha preferido cuestionar al Gobierno. Le demando responsabilidad, seriedad y que el PP comience a portarse como un partido de Estado», resaltó Lastra. Con una actitud afín ha hablado este martes Héctor Gómez, portavoz del Partido Socialista Obrero Español en el Congreso. Gómez ha reprochado a Feijóo que no se haya puesto «del lado de la democracia» y haya dejado claro que, como el PP de Pablo Casado, su única «prioridad» es «gastar al Gobierno» y «poner en alerta» a las instituciones.
El papel de Batet
Quien pone en alerta, consideran en el partido conservador, es el Ejecutivo que, primero, forzó a Meritxell Batet a alterar el sistema de mayorías para incluir a EH Bildu en la comisión de gastos reservados en la que charlará la directiva del CNI y, ahora, pone en la picota al servicio de espionaje al denunciar una brecha de seguridad que afecta al jefe del Ejecutivo.
Gamarra piensa que el Gobierno pretende esconder su debilidad criticando al primordial partido de la oposición. «Es inaceptable que no hayan dicho nada con relación a la máxima responsable de Podemos, que ha cuestionado y está cuestionando las instituciones, es indigno de un Gobierno fuerte», ha afirmado Gamarra en referencia a Ione Belarra.
