La política y la división ideológica en la movilidad urbana
La política siempre ha sido un terreno lleno de matices y contrastes, dividida tradicionalmente entre la izquierda y la derecha. Aunque ambos bandos traten de acercarse al centro y de abordar temas extremos para ampliar su base de apoyo, es fácil distinguir sus ideologías al analizar áreas como la sanidad, el empleo, los servicios sociales, la educación, el turismo o la gestión de la inmigración. Sin embargo, en lo que respecta a la movilidad urbana, las diferencias entre ellos han sido sutiles durante mucho tiempo y solo en los últimos años ha quedado más claro que hay una mentalidad y una visión distintas.
La transformación de las ciudades hacia una movilidad sostenible
En ciudades como Palma de Mallorca, València, Logroño, Valladolid, Elche, Gijón, Badalona o Sant Cugat, se ha producido un cambio notable en la apuesta por una movilidad más activa y sostenible. Sin embargo, esta transformación se ve obstaculizada por el negacionismo climático, una postura que argumenta que las personas con menos recursos no pueden permitirse adoptar prácticas sostenibles. Este enfoque obsoleto ha sido impulsado por una mentalidad arraigada en la era del automóvil, donde el coche privado era el símbolo de progreso y movilidad.
El dominio del coche en el urbanismo de las últimas décadas
Después de la Segunda Guerra Mundial, el automóvil experimentó un crecimiento significativo, y las grandes ciudades se adaptaron a las necesidades de esta industria. Durante los últimos 75 años, el urbanismo ha priorizado el espacio para los coches, relegando a bicicletas y peatones, y descuidando la inversión en transporte público. Las calles se expandieron, los edificios se construyeron con estacionamientos comunitarios y todo giraba en torno al automóvil. Sin embargo, esta mentalidad centrada en el coche está siendo cuestionada ahora.
El ejemplo de Times Square y la transformación urbana
En Estados Unidos, donde el automóvil sigue siendo fundamental para la movilidad diaria, Nueva York rompió con esta norma al peatonalizar Times Square. Durante el mandato de Michael Bloomberg y con la comisionada de Transporte Janette Sadik-Khan, Times Square se convirtió en la zona peatonal más famosa del mundo entre 2012 y 2016. Este cambio radical demostró que es posible contrarrestar la supremacía del coche y priorizar a las personas.
Los cambios en la movilidad urbana tras las elecciones municipales
Las elecciones municipales de mayo de 2023 han traído consigo un cambio significativo en la política de muchos ayuntamientos, especialmente en el ámbito de la movilidad. Nuevos alcaldes han tomado decisiones que marcan una diferencia en este campo. En Gijón, la alcaldesa Carmen Moriyón, en coalición con Vox, ha eliminado separadores del carril bici y ciertos bolardos, generando controversia. En Valladolid y Elche, gobernadas por el PP con el apoyo de la ultraderecha, se han suprimido carriles bici en el centro de la ciudad. En Palma de Mallorca, el nuevo consistorio liderado por el PP ha puesto en duda proyectos de movilidad sostenible que dependen de ayudas europeas. En València, el gobierno municipal ha eliminado un carril bici en San Isidro, argumentando que causaba inseguridad y estrés a los conductores.
El desafío de conciliar las necesidades de movilidad con la sostenibilidad
Estos cambios en la política de movilidad urbana plantean un desafío para conciliar las necesidades de movilidad de los ciudadanos con la sostenibilidad ambiental. Es importante entender que las medidas que priorizan a las personas, como los carriles bici y las zonas de bajas emisiones, no solo son beneficiosas para el medio ambiente, sino que también fomentan una ciudad más habitable y saludable para todos. Es necesario encontrar un equilibrio que permita avanzar hacia una movilidad urbana más sostenible sin dejar a nadie atrás.