Sabemos que España tiene paisajes increíbles, pero los lugares se vuelven mágicos desde el cielo. Apreciar cada uno de sus relieves con la calma de un desplazamiento volando en globo es simplemente una experiencia mágica, algo indescriptible, que se siente como si todo se detuviera en el aire, mientras la tierra se sigue moviendo bajo los pies.
La magia de flotar sobre Madrid
El primer momento mágico que viviremos será ver el imponente globo cobrar vida y alzarse lentamente hasta estar listo para surcar los aires con majestuosidad. Esto apenas dura 20 minutos, tras estos momentos, estaremos listos para ver y sentir una experiencia que nos enamorará locamente.
El despegue también se hace despacio, de hecho, los primeros minutos del vuelo se suelen hacer a muy baja altura, casi rozando con la copas de los árboles, todo muy silencioso, sereno, perfecto para apreciar cada detalle que la naturaleza tiene para ofrecer.
Se pueden ver algunos animales, como aves en las cercanías de los ríos o algunos zorros corriendo a través de las colinas hasta sumergirse y desaparecer en la vegetación.
Una vez el globo aerostático se eleva hasta aproximadamente 300 metros, se puede apreciar en el horizonte, como el sol se levanta y marca la silueta de los rascacielos madrileños.
En ocasiones es posible apreciar jabalíes cruzando por un espacio algo despejado de árboles. Al fondo, la sierra de Guadarrama se hace notar, al igual que el puerto de Malagón y la sierra del monte Abantos.
El viaje termina en Brunete o Quijorna, según donde el suave viento decida conducir al globo, tras algo más de una hora de vuelo, cruzando la población y descendiendo tras haber pasado los edificios. Al tocar tierra habremos vivido una experiencia que, sin duda, querremos repetir una y otra vez.
Una experiencia para todo tipo de público
No hay una edad determinada para iniciar un viaje en globo, todos deberían tener el derecho de vivir esta aventura inigualable. Es común ver a niños muy pequeños disfrutar con asombro del paisaje, así como personas de una edad ya avanzada, vivir esta experiencia.
De hecho, no se trata de una cuestión de edad, sino más bien de altura, ya que si tu pequeño mide más de 1,20m –normalmente la altura de la barquilla–, podrá disfrutar del paisaje sin ayuda.
Aunque, por lo general, se recomienda que los niños vuelen a partir de los 7 años, pues no solo tendrán la altura suficiente, sino que también podrán centrar su atención en el paisaje y no se aburrirán a los minutos de iniciar el recorrido.
Las personas de más edad tampoco tienen ninguna limitación, realmente, es muy frecuente que los familiares regalen vuelos en globo Madrid para que también disfruten de esta apasionante aventura.
De ser necesario, se utiliza una barquilla con puerta si la agilidad supone un inconveniente. Aunque también se recomienda consultar a su médico antes de realizar el vuelo, para asegurarse de que todo estará bien y que apruebe el paseo por las nubes.
Todo lo que debes saber antes de iniciar tu vuelo
Primero que nada, no permitas que el vértigo te impida volar, en realidad no pasa nada si sufres de vértigo. La serenidad del viaje, la falta de referencia con respecto al suelo y lo enfocado que estarás apreciando el paisaje, harán que se te olvide por completo que estás en el cielo. Algunos sufren de vértigo e incluso son pilotos muy experimentados.
Por otro lado, debes tener en cuenta que en el vuelo hay que permanecer de pie, por lo que si esto representa un desafío, coméntalo a la empresa antes de iniciar. No puedes llevar sillas, muletas, bastones, más bien no se debería llevar nada que no fuese incluido por el fabricante o la empresa de vuelos.
Los “selfie stick” son un objeto común, pero que no se deberían llevar a bordo, aunque al poderse plegar, no debería representar un mayor problema, de igual forma se debe notificar al piloto.
Tampoco se puede beber ni fumar a bordo, la responsabilidad de cada vuelo cae en los hombros del piloto, por lo que éste tiene la autoridad de restringir el acceso al globo, si se encuentra bajo los efectos del alcohol o las drogas, ya que puede convertirse en un riesgo para sí mismo o la tripulación. Por último, las mascotas no pueden volar, en algún momento del recorrido podrían ponerse nerviosas por la situación desconocida, y de igual forma que una persona intoxicada, convertirse en un riesgo. Lo más recomendable es que tu peludo amigo se quede en tierra durante el recorrido.