Federico García Lorca fue fusilado en la madrugada del dieciocho de agosto de mil novecientos treinta y seis, eran los primeros acompases de la Guerra Civil. Este miércoles se cumplieron ochenta y cinco años de su fusilamiento y las formaciones de la izquierda de España han aprovechado para rememorar que el «fascismo y el odio» que terminaron con la vida del versista granadino prosiguen presentes. La homofobia y la intransigencia de un ámbito de la sociedad llevaron al asesinato de Lorca, han apuntado líderes del Partido Socialista Obrero Español y de Unidas Podemos, ya antes de informar que aquellos males prosiguen vivos. «Su obra, su legado y su forma de observar y comprender la realidad prosiguen presentes», ha apuntado Pedro Sánchez.
«El día de hoy, Lorca es el Partido Socialista Obrero Español», ha sentenciado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, este miércoles. Una oración concluyentes que retumba aún más al pronunciarla frente a las impresionantes muralla de Granada. En un escenario envidiable, el Partido Socialista Obrero Español ha festejado un acto para honrar la figura del versista. «Solo tenía la voz, la palabra, la pluma y se encaró contra el dio, el fascismo y la crispación», ha continuado Bolaños ya antes de atribuirse para los socialistas exactamente los mismos valores que enarboló Lorca: «Defendemos la democracia y la libertad».
En exactamente el mismo acto, la portavoz de los socialistas en el Congreso, Adriana Lastra, ha lamentado que exactamente la misma homofobia que llevó al fusilamiento de Lorca -se le atribuían «prácticas de homosexualismo»- prosiga dejando víctimas en pleno siglo veintiuno. «Basta de crímenes de odio contra el colectivo LGTBI«, ha clamado. Instantes ya antes, el aspirante del Partido Socialista a la presidencia de Andalucía, Juan Espadas, ha recordado que Lorca murió a manos de los fascistas y que recordarlo no supone charlar «desde la venganza y el odio».
«Le asesinaron por meditar diferente, por vivir de manera libre, por hacer meditar y sentir a el resto», ha escrito la ministra de Derechos Sociales y Agenda dos mil treinta, Ione Belarra, en Twitter ya antes de apuntar la relevancia de proseguir trabajando por la memoria democrática de España. Belarra no ha sido la única líder morada que se ha lanzado a rememorar la figura del versista. El portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, ha apuntado que lo fusilaron por «colorado y maricón» y que «ecos claros de ese odio se escuchan actualmente».