China prohíbe el uso de iPhones en el trabajo
China continúa con su estrategia de reducir la dependencia de la tecnología extranjera al prohibir a sus funcionarios utilizar iPhones y otros dispositivos fabricados por empresas extranjeras en el trabajo. Esta medida, que forma parte de su plan de fortalecer la ciberseguridad, llega en un momento de tensión comercial con Estados Unidos. La administración del presidente Joe Biden ha aplaudido los vetos a TikTok y ha impuesto restricciones a las exportaciones e inversiones en sectores clave de la economía china. Aunque el impacto de esta restricción aún no está claro, se espera que se extienda a organismos y empresas de propiedad estatal.
Apple afectada por la prohibición
Apple, que ha tendido la mano a China en los últimos años, también se verá afectada por esta política proteccionista. Durante décadas, Apple ha externalizado la producción de sus dispositivos en China y ha generado una relación simbiótica. Sin embargo, esta dependencia podría ser perjudicial para la empresa estadounidense. La prohibición ha llevado a una caída del 3,6% en las acciones de Apple en Wall Street, lo que podría afectar la confianza de los inversores tecnológicos extranjeros. China se ha convertido en uno de los mayores mercados de Apple, aportando alrededor del 19% de sus ingresos globales.
Doble amenaza para Apple
La prohibición parcial de los iPhones en China afectará al negocio de Apple, cuya cuota de mercado en el segmento de los móviles de más de 600 dólares llegó al 70% en 2022. Sin embargo, Huawei podría recuperar terreno con el lanzamiento del Mate 60 Pro, un smartphone 5G desarrollado con tecnología avanzada que se creía fuera del alcance chino. Se espera que Apple pierda alrededor de 10 millones de envíos de iPhones en 2024. Además, Apple presentará su nueva gama de productos estrella, el iPhone 15, el próximo martes.
La búsqueda de la soberanía tecnológica
China lleva años tratando de reducir su dependencia tecnológica del exterior y potenciando su músculo productivo. La prohibición del uso de iPhones entre los funcionarios es parte de esta política. Los empleados han sido instruidos para sustituir sus iPhones por dispositivos de marcas nacionales como Huawei, Xiaomi, Oppo o Vivo. Esta política se ha acelerado debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, en la que la tecnología juega un papel central. Ambas potencias han impuesto restricciones y bloqueos a la venta de componentes estratégicos para asfixiar el desarrollo del otro. La carrera por el dominio tecnológico y la eliminación de la presencia extranjera en las infraestructuras informáticas se ha convertido en una prioridad para ambos países.