La «ley Rider» cumple dos años: ¿Realmente ha logrado cambiar el panorama laboral de los repartidores?

El pasado 12 de agosto se cumplieron dos años desde la entrada en vigor de la famosa «ley Rider», una normativa destinada a garantizar los derechos laborales de los repartidores que trabajan para plataformas digitales. Sin embargo, a pesar de las expectativas y promesas de cambio, poco ha cambiado en el sector del reparto. Las grandes empresas como Glovo y Uber continúan operando con total normalidad, subcontratando a miles de autónomos sin ofrecer contratos laborales.

El sueño de un contrato laboral para los repartidores

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se mostraba optimista cuando se anunció esta ley, asegurando que cambiaría el panorama laboral de los repartidores. Sin embargo, la realidad es que poco ha cambiado en los últimos dos años. Los repartidores siguen trabajando como autónomos, sin tener los beneficios y protecciones de un contrato laboral. A pesar de los esfuerzos por regularizar a los riders, las grandes empresas del sector siguen aprovechándose de su vulnerabilidad legal.

Un modelo judicializado

Para muchos repartidores, como Esteve (nombre ficticio), trabajar como autónomo para empresas como Glovo fue solo una etapa temporal. Después de interponer una denuncia, el juez determinó que Glovo vulneraba la ley y estaba obligada a contratar a Esteve como empleado. Sin embargo, en el proceso judicial no se tuvo en cuenta la «ley Rider». Para muchos repartidores, obtener un contrato laboral no ha sido gracias a esta ley, sino a sus propias denuncias.

La insuficiencia de la ley

Desde plataformas sindicales como RidersXDerechos se criticó desde el principio que la «ley Rider» era insuficiente y que los repartidores tendrían que seguir acudiendo a los tribunales para obtener un contrato laboral. Parece que tenían razón, ya que la vía judicial sigue siendo la única forma de lograr un contrato para muchos repartidores. Sin resoluciones definitivas por parte de la Inspección de Trabajo, las empresas del sector continúan operando en un limbo legal que les favorece.

Esperando a la Inspección de Trabajo

A pesar de los dos años de vigencia de la «ley Rider», todavía no hay resoluciones definitivas que determinen que las empresas del sector están incumpliendo dicha normativa. La capacidad de la Inspección de Trabajo para revisar los expedientes de miles de repartidores es limitada, por lo que las actuaciones judiciales siguen siendo previas a esta ley. A falta de una verdadera supervisión y cumplimiento de la normativa, las empresas continúan operando con total impunidad.

En resumen, la «ley Rider» ha sido insuficiente para lograr los cambios prometidos en el sector del reparto. A pesar de dos años de vigencia, las empresas como Glovo y Uber siguen aprovechándose de los repartidores autónomos, sin ofrecerles los beneficios y protecciones de un contrato laboral. La vía judicial sigue siendo la única opción para aquellos que buscan un contrato. Es necesario un verdadero compromiso y supervisión por parte del gobierno para garantizar los derechos laborales de los repartidores.

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